Cuando contactamos con la trabajadora social de Cuivitae estábamos sobrepasados con la situación.
Acabábamos de contratar a la segunda interna que nos había dejado colgados en menos de un mes.
Somos 2 hijos y no podíamos hacernos cargo de mis padres.
Nos aseguraron la profesionalidad de los trabajadores que seleccionan, así como la cobertura del servicio y un seguimiento del mismo.
A día de hoy mis padres están encantados con el servicio y la persona que trabaja como interna es cómo una más de la familia.