Cuando se diagnostica alzhéimer, el paciente ya lleva años padeciendo esta enfermedad neurodegenerativa y perdiendo sus capacidades cognitivas de forma progresiva. Aunque todavía no es posible curar esta demencia, detectarla precozmente mejoraría los resultados de las opciones terapéuticas disponibles y proporcionaría información que podría contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos.
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